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Mostrando entradas de 2009

Reencuentro

Anoche emergí de su vientre. Mi mente se hizo dueña del cuerpo que había equivocado. Volví a cantar aquella melodía que me prometía un sol brillante, y delineé una vez más la sonrisa matutina que avivaba mis ganas. Me permití sentirme liviana y flotar a la par del polvo estelar que días antes alumbraba mi tristeza.       Y volví a ser esa parte de mí que se dibujaba radiante, embriagada de ilusiones infantiles y cuentos de hadas. Hoy mi tiempo reposa en un suave péndulo que mece mis sueños extravagantes, que atiende mis dudas triviales y se regocija con añoranzas pueriles. Esta mañana no encuentro tus obstáculos que me impedían colisionarme de manera torpe, o saltar las líneas del pavimento y evitar pasar debajo de una escalera. No tengo que buscar excusas para convulsionarme en furia y esperarme tan sólo unos instantes para decirle a quien amo que se fugue conmigo. Ya no estás.         Y la posibilidad de probar/ver/…/vivir cualquier cosa que mi corazón impertinente desee expe

Sólo desee amarte...

Aquel lugar era enfermizo. Las personas deambulaban desesperadas en busca de atención, en busca de ayuda. Y tú y yo ahí, amor, extraviados en medio de una multitud que nos traspasaba.  Te vi temblar mientras susurrabas mi nombre. Acudí a tu llamado lo más rápido que me fue posible en medio de tanta locura, pero aquel escenario tan inverosímil alejó mi mente, la dejó flotando dispersa en algún lado en donde no estabas tú . Volviste a enunciar mi nombre y me obligué a escuchar. Al verte de nuevo fue como si te viera por vez primera, y por vez primera te amé al instante. Lucías indefenso, y el brillo en tu mirada extraviada provocaba una irrefrenable ternura. El sudor en tu frente destilaba el más suave brillo y todo tú te convertiste en un manojo dócil y amable que se escabullía para entrometerse en mi corazón.  Al primer roce de tu mano helada e inquieta, el más grande temor perpetró mi cuerpo, ultrajó mi mente y al fin me hizo suya. Al ver el dolor en tu mirada lo sentí penetrar la

Amelia

¡Hey! Al fin se acerca el fin de este lapso estudiantil y a pesar de que todo el semestre fue malo (sh&T), una de mis últimas clases de discurso audiovisual me dejó algo bueno... Resulta que vimos el tema del VideoAr t, y de la confluencia de artístas que implica este tipo de producción. Al principio no le vi mucho sentido a esto y me pareció la reducción del arte llevado al plano multimedia, una innovación hambrienta y poco profunda pero, independientemente de mi pobre apreciación artística resulta que pude valorar un videin que el profe nos mostró.  Se trata de VIdeodanza. A decir verdad tampoco entiendo de ballet  pero en algún momento practiqué un poco de danza y, si algo me quedó claro es que, dejar que tu cuerpo flote a la par de la música es una sensación plena, que explota los sentidos y  permite una expresión exquisita a través de nuestra herramienta más valiosa: nuestro cuerpo.   En realidad espero que disfruten este video porque al menos a mí me encantó. Después de to

Eco de una sombra

No he podido llegar más lejos. Me exijo ser fuerte pero siento caer en el abismo de la indiferencia. Me he convertido en aquella patética figura que repudio, integrándome al proceso robótico que enajena mis sentidos. Camino sin sentir mis pisadas; no logro percibir la luz del día porque los tonos grisáceos han cubierto mi visión: menos aún puedo percibir el delicioso menú de emociones que se aparecía ante mí en una encantadora metamorfosis de arcoíris.  Diviso un punto lejano, sin mirarlo, sin poder ver. Cegada por la obstinación del recuerdo tardío, del incendio interno que carcome las sensaciones placenteras para enterrar en sus cenizas el resplandor de lo vivido. Lo acalla. Lo sepulta en el olvido. El curso de mi paso está programado, no he de detenerme. No he de ser más que la sombra de mi espectro. Reducida a una visión nocturna, un mal sueño que, a la mañana siguiente, dejará la sensación de haber sido real. Un mal sabor, falta de color, un eco… Una voz suave, dispersa, lejan

Retrato de una sonrisa

Era un pequeño punto entre la bruma, extraviada en la profundidad de un eterno lamento. Habitaba en un grito ahogado, inmersa en un mundo sofocante. Me costaba respirar.  Corrí con todas mis fuerzas hasta caer exhausta. El dolor persistía, me consumía lentamente. Busqué un pequeño refugio, una sombra que calmara mis lágrimas, una luz que diera cobijo a mi alma. Intenté buscar alivio, una voz que notara mi existencia y se alegrara con ello. Busqué incesantemente.  Es el día más solitario. Camino por calles hundidas en la oscuridad, personas sin rostros, voces convertidas en ruidos lejanos, fantasmas entre el espesor de la inquietante niebla, soledad en rededor del frío que penetra mis huesos debilitados, y mi cuerpo entero. Estoy cansada. Me cuesta trabajo seguir caminando. Me detengo para columpiarme, para sentir el frío del viento colisionándose contra mi rostro. Lo recibo con los ojos cerrados para no mirar, para fusionarme con él, para desaparecer esparcida en polvo. Lo

... el dolor es dulce

Hace unas horas que he despertado y mi primer instinto es llamarte. Lo pienso dos veces o tal vez más. ¡No quiero que me rechaces! Cuando lo pienso mucho termino por no hacerlo para terminar hundida en cualquier actividad banal, pero cuando sigo mi primer impulso ¡qué va! ¡A veces resultan momentos grandiosos! Al fin me he decidido. Salimos por unos momentos para pretender que nada ha pasado y revivir aquellos instantes furtivos que nos han tendido una mañosa treta. Pretendo alcanzarlos. Tomo tu mano, nos miramos fijamente y al fin somos nuevamente aquellos cíclopes enamorados que enuncia Cortázar. “Y si nos mordemos el dolor es dulce…” Ahora tan sólo es dolor, y la complicidad se difumina para erigirse como una poderosa muralla, la valla de las viejas rencillas, los sueños frustrados, los intentos fallidos, las mentiras, los celos, el vacío… te desvaneces. De repente me hallo sola, más sola que nunca antes. Camino en contraflujo y parezco ser un fantasma entre la niebla. Las voces

Una pincelada artística en La Roma

La falta de cultura del arte que impera en la sociedad mexicana ha contribuido a que éste se haya convertido en privilegio de unos cuantos, reduciéndose así a una prerrogativa elitista adoptada por las galerías de arte. No obstante, artistas independientes buscan un espacio en dónde exponer sus obras, sin importar que tengan que ceñirse a las inclemencias del tiempo y a los tantos días en los que nada se vende. “¡Toñito! ¡Ya vete a atender tu puesto y deja de espantarme la clientela!”, grita don Ignacio. Años antes, Antonio Cornejo dedicó su juventud al estudio de la biología y, a pesar de que estregarse de lleno a su profesión era un asunto que le apasionaba, pronto descubrió que las escasas oportunidades que hay en este ramo, además del campo de la docencia, lo limitaban severamente.  Fue en ese momento cuando decidió introducirse a un área distinta pero de complejidad similar: el arte. Antonio comenzó a pintar poco después de graduarse de biólogo en la UNAM. Sus conocimientos de d

Mar Adentro

Cinta que, desde el punto de vista legal, religioso y humanitario, aborda una problemática sumamente controversial: “la eutanasia”. El protagonista es un hombre maduro que, ha raíz de un accidente durante su juventud, ha tenido que vivir durante poco más de 20 años en estado parapléjico. En un esfuerzo conjunto con sus seres queridos, lucha por obtener el derecho de morir con dignidad pues, en sus palabras, “la vida es un derecho mas no una obligación.” Mar adentro es una pauta que invita a la reflexión acerca de la vida, de la muerte y de la libertad. A través de diálogos perfectamente estructurados, de música preparatoria y de personajes sumamente inteligentes y con gran convicción, muestra un panorama inexplorado, una vista al otro lado de la ventana: por dentro una cárcel y, por fuera, el mar, la vista elevada al horizonte que cada vez se aleja más y más conforme el protagonista intenta aproximarse para encontrarle fin a su existencia. Enseñanza de vida y reflexión acerca de la m

Fundamentalismo Religioso

En el transcurso de este semestre, en la clase de Teorías de la Comunicación (parte 3), hemos abordado temas muy interesantes, entre los cuales se encuentra precisamente el “fundamentalismo religioso”. A propósito de esto, recordé que hace unos meses conocí a un chico llamado Oday, un joven palestino. Lo conocí porque, a veces, cuando estoy de ociosa, ando husmeando por los hi´s de otras personas, o por páginas de chats y otras tantas en donde se puede platicar con gente de todo el mundo con el fin de fortalecer los idiomas aprendidos (o en proceso de). El punto es que, por azares del no destino, di con él. Durante un tiempo mantuvimos contacto a través del messenger y, pese a las escasas charlas que tuvimos, me hicieron pensar mucho en la situación por la que atraviesa. Oday no puede salir de su país por razones obvias, además de que ha tenido que ver morir a varios amigos suyos. A pesar de todo esto, Oday tiene la fuerza de soñar con una Palestina libre, porque desde siempre le ha

Pasarela de colores, olores y distintos sabores

Los que son jóvenes, y los que no tanto, mujeres, hombres y niños. Desfile de carcajadas, arrumacos, policías en patines, amigos que juguetean, parejas tomadas de la mano y estudiantes prófugos de sus clases. Todos reunidos en un mismo sitio atienden al llamado: “Ven y vive tu aventura en Plaza Universidad”. Acuden por un helado convencional o por un flotante, por los juegos de apuesta, por la estadía en un café, por los probadores gratis de los diferentes perfumes o por el olor a mantequilla que impera en las salas de cine. Repleta de publicidad vende-autoestima, la Plaza recibe a los visitantes asiduos, los cobija en un recinto que rinde homenaje al actual estereotipo de belleza además de ofrecerles algunas actividades recreativas.  En la multitud de tiendas de ropa se anuncia la Nueva Colección Primavera-Verano 2009. Los aparadores exhiben maniquíes de figuras perfectamente esculpidas. Cuerpos estilizados, aunque sin rostro, ostentan grandes bolsos y accesorios en co

Carta al Amor...

"La belleza que atrae rara vez coincide con la belleza que enamora" José Ortega y Gasset No sé exactamente quién eres ni cuál es tu objetivo, pero te he sentido muy dentro de mí. Has sido la causa de latidos acelerados, penosos sonrojos, actos impulsivos, encuentros pasionales y actitudes sinsentido. Me he entregado a la voz suave con que susurras, aquella que clama por impulsos, por entrega en vez de exigencias, besos y no reclamos, reconciliaciones sustitutas de incesantes discusiones, por sueños en vez de sinsabores, por ti y no algo más. Llegaste y no pude explicar cómo fue, ni en qué momento, pero puedo respirarte a cada instante, llenando mis pulmones con tu dulce aliento. Día a día estás conmigo en la sonrisa matutina, en el amanecer y en el ocaso, siendo mi soporte en los fracasos y el aplauso en mis logros, el consuelo y la pena, el todo que me inunda y aleja la soledad, quien baña de luz la opacidad de la monotonía. Cada instante a tu lado es distinto al ante

Tiempo extraviado

Coged las rosas mientras podáis veloz el tiempo vuela. La misma flor que hoy admiráis, mañana estará muerta... Walt Whitman  Soft watch at the moment of first explosion. Salvador Dalí Por fin ha llegado la alfombra otoñal, y con ella la hiel que suele impregnarse en mis huesos que caminan torpes para evitar caer. De manera sensata decido limpiar aquél indicio de lágrima que se asoma por mi globo ocular cristalizado. Invadida por una estúpida y, aparentemente, injustificada nostalgia, decido caminar en contra del viento frío que golpea mis mejillas.  De fondo musical “shy” de Sonata Arctica, para acompasar mis testarudos pasos y aquellos disparates amorosos que se arremolinan en mi mente dispersa. Me aferro a no pensar, pero el intento es fallido.  Rendida ante la invasión del recuerdo taciturno, me entrego a la oscuridad de la noche para replantear el curso de los hechos recientes. Parece haber sido un mal sueño. Quiero despertar. Pienso, me callo