“The only people for me are the mad ones, the ones who are mad to live, mad to talk, mad to be saved, desirous of everything at the same time, the ones who never yawn or say a commonplace thing, but burn, burn, burn like fabulous yellow roman candles exploding like spiders across the stars.” Jack Kerouac Conocí a Dean Moriarty sólo por casualidad. Emprendía mi primer viaje sola y, aunque no era demasiado tiempo, era algo nuevo para mí. Jack Kerouac llegó a mis manos por azar. O no. Había leído muy poco o nada acerca de los beat generation; después llegó a mí una bellísima cita de Kerouac; y, ya en la librería, donde buscaba algo suyo, un hombre que merodeaba me sugirió su novela “El Camino”, en donde habría de leer más tarde la misma cita que me había prendado unos días antes. Aunque compré el libro mucho antes, no lo leí sino hasta que llegó el día del viaje. La historia trata de un escritor cautivado por la excitante mente de su alocado amigo Dean Moriar