Perdón si te amé más de lo que tú me quisiste, perdona mi ingenuidad al creer en tus promesas, mi debilidad ante la certeza de tu desencanto, y mis besos ante tu ausencia. Perdón por haberte regalado mi alma, y no sólo mi cuerpo, como debí hacer, pero soy una mujer entera, soy cuerpo y soy alma, y soy todo este amor que nunca te creíste. Perdón si me aferré a una verdad en este mundo de mentiras, excusa a este ser entregado, infinito, rendido ante tus canciones de amor caduco. Perdón si no te creo que seas el mismo, pero no puedo aceptar que me enamoré de éste, sino de aquél, el que fue y ya no es, porque este nuevo sólo tú sabes quién es. Infinitas disculpas por estos versos que ignorarás, tú ve y sigue siendo este nuevo, que yo me quedo con aquél viejo sueño, porque nunca fuiste nada más.