Cuando nadie puede ver, a través de su mirada,
el desgarre interior es más profundo.
Déjame tocar tu puerta y esperar por ti.
Finge que la espera, que postergaba el sueño,
Era el anhelo de mí, de nosotros.
Déjame ser la de ayer ante tus ojos,
Y pretende estar enamorado,
Como antes, de mí.
Déjame pensar que no todo tiene fin,
Que el tiempo se mantuvo en pausa,
Aguardando por amor.
Déjame humedecer mis labios,
Entre tus labios, unidos,
En el grabado eterno.
Déjame entrar y tocar el fondo,
Y sentir que el adiós pasado,
Se diluye en el calor del beso.
Déjame, una vez más, ser yo,
Junto a ti, sin más que esto.
Mantenme a tu lado, amor.
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