Hace un par de días vi un filme francés titulado La Clase. En realidad la película es bastante buena pero el propósito de este post no es hablar de ella, sino de una frase que se menciona en ella:
"Si lo que vas a decir es menos importante que el silencio, mejor no hables, calla".
Normalmente no estamos habituados al silencio. Buscamos compañía para evitarlo y, cuando éste nos alcanza, aún cuando estamos rodeados por más personas, corremos para alejarnos. No importa si tenemos que improvisar alguna pregunta trivial.
Creo también que ese ideal del silencio es en realidad un regalo, un momento para escuchar nuestros pensamientos en un eco mental; un instante de reflexión; y, cuando se comparte con alguien más, éste se convierte en un pacto, una conexión implícita, un vínculo tan fuerte que no se necesita enunciar palabra alguna para entender que se está compartiendo un momento, una existencia en un tiempo presente y furtivo.
Creo que Marcel Marceu puede explicarlo mejor sin enunciar una sola palabra....
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