Esta mañana desperté con una seductora canción resonando entre mis sábanas. Se coló por los pequeños espacios vacíos hasta arroparme suavemente en un reconfortante susurro que animaba mis ganas. Vi mis dolores aliviarse mientras reposaban en un columpio que los mecía hacía el pasado, que es donde pertenecen. El resonar de las cadenas me recordó que ese tiempo ha forjado el camino que he recorrido, y que cada paso ha fortalecido estos sueños que hoy cohabitan en mi corazón palpitante. "Tha dance of love" Leonid Afrémov Siento cada latido invadiendo mi pecho, cicatrizando los aprendizajes e inyectando de un júbilo esperanzador cada uno de las nuevas utopías que hoy se presentan llenas de colores extravagantes. A lo lejos se vislumbra un horizonte optimista en donde nada es perfecto, pero todo es justo como debe ser y nada más. Lo afortunado y lo desafortunado conviven como naturalezas necesarias, y las discrepancias reinan en un mundo multicolor que reposa en la toler