Ir al contenido principal

Retratos de tragedia humana 2012

Ilvy Nijiokiktjien
Aunque nos manifestemos de formas diversas todos los seres compartimos emociones idénticas: dolor, alegría, tristeza, enojo, ira, envidia, resentimiento y un sinfín más de emociones. Compartimos un único mundo, aunque con diversos matices. Basamos nuestra existencia en una transición que deambula entre una misma gama de emociones. No importa qué tan diferentes podamos sentirnos porque compartimos una misma esencia en diferentes matices: “nunca sentimos algo tan distinto que nadie haya sido capaz de sentirlo ya”. Independientemente de las excepciones existentes, solemos reaccionar de cierta forma ante determinados acontecimientos: nos apasionan los sentimientos intensos, nos conmueve la desgracia, la violencia nos provoca, lo erótico nos excita... y aunque esto pudiera ser distinto en algunos, existen fibras al parecer intrínsecas a la calidad humana que tanto presumimos y que tan poco demostramos. 

Es triste reflexionar al respecto pero, si reparamos en ello, basta con voltear a ver los noticieros, el periódico o los temas de cine actual para constatar que los temas que imperan poco tienen que ver con aspectos positivos relacionados con la bondad humana. Resulta ser que tanto verbal como gráficamente lo que realmente impera en el acontecer de la vida diaria es el sufrimiento, el dolor, la violencia, la tristeza, la explotación, el abuso, la pobreza… Cual cátedra de teatro griego, reafirmaremos que es la tragedia humana la puesta en escena más común. 

Pedro Pardo
Y si de retratar estas escenas trágicas se tratara, estos mismos sentimientos devastadores de los que hablábamos líneas arriba resultarían ser los protagonistas ineludibles, efectos de causas tan terribles como humanas: la guerra, los desastres “naturales”, la pobreza, la desigualdad, la ambición. En México conocemos perfectamente estos temas porque son parte de nuestra cotidianidad (aunque decidamos ignorarlos). Para nosotros es cosa común ver en las portadas de periódicos amarillistas espantosas fotografías que exhiben a descuartizados, fusilados, secuestrados, ametrallados y todo lo más descabelladamente inhumano que se nos pueda venir a la cabeza. Incluso esas mismas páginas se atreven a mostrar títulos burdos de un humor más que negro, de pésimo gusto. Y así es como lidiamos en el día a día, inmersos en un ambiente de violencia tan común que incluso algunos han decidido documentarlo como su forma de vida. 

Pero no todos los medios lo hacen con tan mal gusto. Sin ánimo de ofender (o sí), existen fotoperiodistas serios que se han dedicado a mostrar estos casos de violencia extrema como una forma de protesta, de denuncia, de hastío. Los casos son muchos, pero en esta ocasión hablaremos de Pedro Pardo, quien recibió un galardón en el World Press Photo 2012 por su trabajo de la violencia en Guerrero, estado de donde es originario. 

Un día después de la inauguración del World Press Photo 2012 en el Museo Franz Mayer, Pedro tomó el micrófono para hablar de su trabajo. Advirtió que él no era bueno hablando, por lo que no se tomó más de cinco minutos para agradecer el reconocimiento ha su trabajo y el carácter trágico que significaba documentar todo ese clima de horror que impera en su tierra, con su gente. No necesitó más de cinco minutos. Pardo habla a través de su lente. De hecho, Pedro Pardo grita a través de su lente, denuncia, enfrenta, expone, repudia.  

Pedro Pardo y  Micha Bruinvels
Al cuestionarle acerca de las implicaciones de la ardua labor que significa realizar su trabajo, Pardo refirió una anécdota personal que le dejó paralizado. Recordaba muy bien una escena en la que una anciana cubrió con su cuerpo a sus dos nietos para que las balas no pudieran hacerles daño. Lo hizo así porque era su cuerpo lo único que tenía para defenderse. Murieron los tres. Pardo olvidó por mucho tiempo los detalles de aquella escena, pero ahora recuerda con dolor aquél cuadro. Cuadro que fue incapaz de retratar materialmente debido al impacto que le causó, pero que ahora difícilmente puede dejar de recordar. Aunque el trabajo galardonado de Pedro Pardo es bastante bueno (profesionalmente hablando), las fotografías que exhibe el WPP 2012 son excesivamente agresivas visualmente, de una violencia muy explícita y cruda. Es importante mencionar que existen fotografías del mismo Pardo que muestran el dolor y la violencia de una forma mucho menos salvaje. Algunas de ellas se exhiben en la agencia AFP: http://www.afp.com/es/home

Tomas Laszar
Una vez más, el World Press Photo 2012 no podía dejar de exhibir entre sus muros algunas de las consecuencias más dolorosas inmersas en la tragedia humana. En la exhibición veremos, como en años anteriores, las mejores tomas de fotógrafos de todo el mundo, quienes se han atrevido a capturar algunos de los momentos más inverosímiles en la escala de lo deplorable. Como denuncia, como documento, como repudio, como constancia de todo el dolor que puede albergar un cuadro trágico, una realidad nada distante a nosotros, estas fotografías muestran las mismas emociones que imperan alrededor del mundo a través de diferentes rostros.

El World Press Photo 2012 es un collage de tsunamis, terremotos, Alz Haimer, racismo, prostitución, protestas, levantamientos, muerte, violencia, lucha, pérdida, y claro, algo de deporte.  




Para ver el galardón otorgado por el World Press Photo otorgadoa Pedro Pardo aquí: http://www.worldpressphoto.org/photo/2012-pedro-pardo-cis3-ai?gallery=2634

Comentarios

Entradas populares de este blog

Corazón de ave

Era domingo por la noche y la ciudad ni siquiera en ese momento estaba  en silencio. El ruido de las llantas se deslizaba sobre el cemento mojado para recordarle que seguía quieta, sin moverse. Completamente inmóvil y pasmada porque, para ese tiempo, su alma ya estaba a cientos de kilómetros lejos de ella y no hacía más que pensar en cómo podía alcanzarle.                 “11 A.M." Edward Hopper.   Le vio zafarse de su cuerpo en la boda de su prima. Toda su familia estaba reunida en el jardín, esbozando su mejor sonrisa para plasmar sus gestos en los pixeles que unos años más tarde les recordarían cómo lucían antes de envejecer. Se recordó de pequeña, cuando anhelaba enamorarse de una sola persona (para siempre), casarse, hacer una fiesta y continuar el ritual adquiriendo una modesta propiedad en una zona más o menos aceptable de la ciudad, un perro y un auto que los llevara a sus respetables oficinas, esos anhelados cub...

Yupica Gaiano: tejiendo el ideal de una artvillage

                Imagina un colectivo de arte contemporáneo en el que se reúnen carpinteros, relojeros, ebanistas, torneros, científicos y artesanos textiles, en donde ningún quehacer es menos importante que otro, pues es la suma de los esfuerzos y los conocimientos individuales lo que posibilita la convivencia y la creación de una obra de arte en común. Esta es la forma en la que trabaja el colectivo Chameshiji, un proyecto en donde convergen conocimientos y habilidades de diversas disciplinas y oficios. Instalación de Chameshiji. Foto: Yupica Gaiano                 En sus obras utilizan materia orgánica y herramientas digitales como materia prima, por lo que no te sorprenda encontrarte unas gomitas azucaradas, fideos y  granos de arroz pegados con resina sobre algunas de las piezas. Esta técnica la aplican en Especiero , u...

Mi nueva semilla

Dejé atrás las excusas y la autocompasión para rozar el punto más álgido del arcoiris con mi lengua. Aprendí a navegar usando la dirección del viento a mi favor, para mecerme de un segundo a otro, al compás de una buena rola. Mientras fumo un cigarrillo, veo mis temores pasados perderse en cada exhalación. No es una sensación efímera, sino una verdad que retoña: la vida misma, repleta de magia y amor.  No estoy desconectada. Me entristezco y lleno de rabia al leer las noticias. Me hieren profundamente la injusticia, el maltrato, los prejuicios, la ignorancia, el odio, el egoísmo y nuestra ceguera pero, en los últimos días, las heridas han sanado, poco a poco, gracias al agua del mar. Esos dolores siempre han pesado, pero hoy me siento más liviana, plena e ingenuamente esperanzada. Sin más equipaje que un par de sueños en cada bolsillo, me levanté después de haber caído debilitada por lágrimas de añoranza, nostalgia, frustración y tristeza, y logré flotar en un aire i...