Esperando te encuentres bien y que la plactiketa espoimoidea haya resultado ser todo un éxito, te tengo novedades.
Por aquí hay días en los que sencillamente no sé cómo se debe ser para parecer normal, para encajar, para pensar que algo de lo que me rodea es real. ¿Cómo dejo de desear ser una vagabunda consumada y que la acción también sea reconocida?
Acá las personas (lo que allá tus vecinos aliens) dicen que todos tenemos algo en lo que somos muy buenos, algo que nos gusta o en lo que destacamos (y los que no pues ya valieron cake); que nada es para siempre (porque al parecer hasta el amor tiene fecha de caducidad); que todo pasa por alguna razón (porque se nos da eso de ponerle nombre a todo, de encontrar explicaciones por debajo de las piedras y por comprender el universo mejor que todos, incluyéndolos a ustedes) y que después de la tormenta viene la calma y… ahaha (suspiro) ¡Dicen tantas cosas!
Sé que a ti te puede parecer curioso saberlo pero para mí es más extraño que para ti. A veces creo que soy de tu galaxia y no de la mía… y es que sencillamente no puedo creer que a veces no tenga ganas de decir nada. Me parece que sencillamente no hay algo para decir. ¿Es demasiado malo sólo ser parte del escenario? Al parecer sí: o eres parte de, o estás fuera.
A veces quiero estar fuera pero la gente… ¿sabes? a veces cuando estudian, trabajan o ensayan dicen que la razón por la que lo hacen es por que “quieren ser alguien en la vida”. ¡Mierda! En esta porción de planeta se comienza a existir a partir de que te incorporas a un sistema, a algo más grande que tú porque tú, por ti mismo, sino eres útil o no tienes conocimientos en algo o de a perdis eres técnico en algo, ¡‘tons resultas ser un don nadie! No importa si eres buena gente porque lo buena gente no genera ganancias.
¿Cómo la ves?
Bueno, en realidad no importa, las cosas son así y por hoy no hay de otra. Tal vez mañana.
Perdón por el final abrupto pero no había mucho qué decir.
PD.- Allá, ¿Cómo se hace para ser normal?
Atentamente: Mar chispas
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