“Sólo viviendo absurdamente,
se podrá romper alguna vez este abrsudo infinito”
Cortázar, J. Rayuela
Hace un par de días todo parecía funcionar dentro del engranaje cotidiano de mi vida, ahora, francamente no comprendo. ¿Qué deseo? ¿Quién soy? ¿Qué demonios hago aquí en este enorme estanque que cubre mis pies desnudos? ¿Qué me inmoviliza?
Entre más interrogantes escupo, más dudas me como. Las preguntas retumban en mi mente sorda y esta se burla de su propia incapacidad de respuesta... ¿O de mi incapacidad de respuesta?
Me atormenta a base de vomitivos ecos que me responden con la misma pregunta que milésimas de segundo antes yo misma arrojé. Quizá esto no tiene mucho sentido, pero ¿Qué lo tiene?
Me atormenta a base de vomitivos ecos que me responden con la misma pregunta que milésimas de segundo antes yo misma arrojé. Quizá esto no tiene mucho sentido, pero ¿Qué lo tiene?
Solo quiero pensar que, si camino sola, al menos debo hallar una razón por la cual seguir haciéndolo… o quizá sólo deba toparme con un absurdo que sea lo suficientemente descabellado que me reprima el deseo de volver a hacerme más preguntas.
Vadim Stein |
Comentarios
Un Saludo